domingo, 28 de septiembre de 2008

Sobre La Crítica Y El Criticar...

El termino "crítica" tiene un uso bastante laxo. Algunos lo relacionan con decir algo que esta mal, o lo vinculan con hablar en contra de algo o alguien. Sin embargo, esta laxitud, origina, al menos en el nivel del debate político (es decir, en la puesta en práctica de la ideas en general), una desviación de la crítica (o de la actitud crítica) hacia posturas de descalificación que toman motes personales y hasta soeces. La descalificación en este sentido, es un recurso que el que intenta criticar emplea cuando en su cabeza existe la carencia de ideas con las cuales sea efectivo rebatir la exposición del tema o la idea que se expone. En este sentido, el que descalifica olvida que lo esencial es la crítica a la idea, y no a la persona. De esta forma se fetichiza la crítica con la descalificación, y en el lenguaje se utilizan más calificativos que argumentos científico-lógicos para debatir o exponer que se está en desacuerdo con alguien (es decir, con su idea). De esta forma, el entablar un verdadero lenguaje que propicie la discriminación de argumentos, entre el que critica y el que es criticado resulta imposible.

Aun así, no podemos decir que la descalificación no sea válida. Todas las personas descalificamos, ponemos motes a las cosas y desaprobamos de manera arbitraria y lúdica lo que en nuestra cotidianeidad vemos, lo cual es absolutamente válido para la construcción de nuestras redes sociales. Pero esa no es la verdadera crítica. La verdadera crítica, al menos en el plano de las ideas políticas, filosóficas, arquitectónicas, y demás discursos que están más allá del sentido común, se elabora en un verdadero DI-alogo y debate de ideas con argumentos científico-lógicos, y no en la burda descalificación personal.

Abro el debate, porque sé que lo expuesto aquí quizá omite algunas "cosas"...

THE MAN IN BLACK

sábado, 27 de septiembre de 2008

Gotas de Oro Negro



El actual debate y asunto referente a la reforma energética en particular la petrolera es un asunto medular para la sociedad y el Estado mexicano. En definitiva no es un tema sencillo de abordar y mucho menos de discutir; el petróleo en esta nación juega un papel fundamental en la construcción moderna del país y en el ideario colectivo; es un fenómeno que tienen profundas implicaciones sociales. De igual modo el petróleo y PEMEX es un referente simbólico muy poderoso para los mexicanos, en especial aquellos que tienen cierta edad y madurez en sus juicios y sentimientos nacionales y sociales.

Para aquellos que son más jóvenes y menos versados en esta clase de temas parece ser un problema importante y un tanto incomodo, el imaginario colectivo con el que éstos han crecido es de una dimensión muy instrumental y pragmática, parece ser que es un problema que tiene una solución fácil y de algún modo el gobierno y “los que saben” se encargaran de ello.

Siempre he pensado, por lo menos desde que llegue a esta tierra, que si el escudo nacional mexicano tuviese que ser cambiado este tendría dos sustitutos perfectos que de igual modo son dos piezas fundamentales sin las cuales no se entendería a este país y los aquí viven. Dichos escudos nacionales podrían ser: como primer candidato -para hacer democrático dicho supuesto- estaría la virgen de Guadalupe, que representa al partido católico unido (PCU) por sus siglas en español, -jaja, me encantan esa clase de aclaraciones- no es novedad que unos de los llamados padres de la patria tomo el estandarte de la virgen como símbolo para independizarse de su captor político, religioso y económico español, no por nada los conglomerados de indios y gente que trabajaba la tierra se unieron al párroco para escribir una pagina importante de la historia en este país, que claro después esos mismos indios y gente del campo fueron desestimados y excluidos para darle su “justo” lugar a los criollos de buena cuna que los comandaron y después enloquecieron –pero hablar de estos excluidos es una historia undergrown, no tan heroica y llena de fantasía institucionalizada-. Entonces bien, la virgen puede ser un sustituto perfecto, pero a ella se le enfrenta el otro candidato, al cual llamaremos PETROLEO y representa al partido técnico-ideológico nacionalista (PTIN).

El petróleo es otro poderoso símbolo de la construcción de identidad nacional, es una de las joyas de la corona mexicana, que se posa al centro de la hermosa corona de plata con motivos en oro y piedras preciosas, pero en esa corona al centro, a la vista de todos esta el petróleo. El petróleo marca la consolidación del México unido, del México independiente y en vías de modernizarse. El petróleo es abanderado por el adalid de la patria, que logro expropiar dicho oro negro de las manos privadas; aquel que se logro quitar de encima a otros adalides que ya no brillaban por sus buenos deseos. De igual modo los indios y los que trabajaban el campo, sumados a aquellos conglomerados urbanos que fueron quitados de la historia, pues podían quitarle brillo al logro y a los que realmente “importan”, la clase hegemónica –siempre hay que recordarlo, así lo marcan los libros de texto gratuito y no tan gratuito-. El petróleo así se consagra como el impulsor y sostenedor de la vida nacional, como la sangre del país que desde hace muchas décadas surte las arcas del tesoro nacional y privado de su vital fetiche dinerario.

Pero como en la actual modernidad tardía lo importante es lo técnico y económico, siempre provisto de su importante inyección secular, tenemos que descartar a la virgen de Guadalupe, no es posible, somos una nación “racional” apegada al espíritu ilustrado de la revolución francesa y a la siempre importante doctrina liberal que da cohesión y lógica al imaginario social nacional. Además que a la iglesia no le gustaría que usáramos la imagen de la virgen, esta ya fue registrada y los derechos le pertenecen a ciertos personajes un tanto sombríos que ya explotan su imagen desde China hasta Estados Unidos y pues como el vulgo se relaciona tan bien con ella no sería posible darle una ideología dominante con facilidad, además que sus captores eclesiásticos ya le dieron una y están asociados con la clase fundamental de nuestro tiempo; lo cual la convierte en una opción simbólica difícil de controlar.

Entonces, nos queda el petróleo, que según las encuestas aventaja a la madrecita de todo México y además esta en boga actualmente, pero existe un problema al interior del partido. Resulta ser que la ala técnica esta invadida de un deseo fundamental que es permitir al capital continuar con su proceso “natural”, es decir, que dado el estado actual de la situación nacional PEMEX no opera racionalmente y su producción, dadas las estimaciones tecnológicas y presupuestarias con las que opera, indican que el vital liquido de color oscuro se agota o mejor enunciado, la extracción de dicho petróleo no resulta rentable –según las proyecciones institucionales-, lo cual pone en riesgo la estabilidad nacional y la lógica de acumulación capitalista para el Estado y las empresas privadas que trabajan con ellos. Entonces se hace necesario dotar a PEMEX de autonomía en sus más variadas dimensiones; además de permitir al capital internacional encarnado en corporaciones y empresas privadas auxilien la transformación de la paraestatal.

Por otro lado tenemos al grupo ideológico que representa la otra fracción del partido, el cual argumenta que el grupo técnico sólo quiere hacer negocio con el único patrimonio que queda de aquel Estado-subsidiador. Lo acusa de querer vender la joya de la corona a las empresas privadas –dicen por ahí que la figura máxima de este país, gano su elección con ayuda de varios “amigos-corporativos” nacionales y extranjeros y pues estos piden que él les ayude también ahora que lo necesitan- que buscan quitarle una cuantiosa porción de monopolio al Estado, bajo el discurso un tanto complejo, pero que finalmente promete que no será de ese modo.

Y así ha comenzado una batalla electoral de las distintas facciones políticas de este país con propaganda de todo tipo, los medios de comunicación ya tomaron a sus preferidos, los medios televisivos han optado en conjunto con la fracción técnica hacer absurdos comerciales donde con bolitas y palitos le hablan a la sociedad civil, en ocasiones me parece piensan que son imbéciles. La fracción ideológica ha optado por crear reacciones populares igualmente intensas y vistosas.

Lo irónico de todo este jueguito político y económico o de política económica como dirían mis profesores de economía, es que una vez más necesitan de la sociedad civil para vencer en esta batalla electoral. Si, la sociedad civil, esos indios y clase trabajadora que siempre borran de la historia importante, si, de esa chingona, de la parte donde le ponen letra de oro a los actores sociales destacados. Necesitan de ellos, pues finalmente y en letras no tan chiquitas son propietarios de esa misma riqueza petrolera. Podría esperarse que en esta ocasión a la sociedad civil no la borraran del librote histórico que se escribe a diario, pues ahora vivimos una democracia que reconoce a su ciudadanía como parte fundamental del la existencia del Estado; por fundamental me refiero a políticamente activa y en la cual sus necesidades y voz es tomada en cuenta, pues repito, vivimos una democracia, ¿no?

Hagamos una breve definición del Estado y le robare algunas ideas a una figura intelectual italiana de la cual omitiré su nombre, porque luego les da picazón a muchos intelectuales orgánicos el escuchar su nombre y como pretendo que esto sea leído por estudiantes dejemos cuestionen a sus profesores u opositores de la fracción técnica; así que mejor nos ahorramos el sin sabor y lo hago yo de este modo, espero sepan de quien se trata y dejemos que fluya el planteamiento.

El Estado esta compuesto por “sociedad civil” + “sociedad política”, ambos son expresiones de la sociedad civil pero para efectos prácticos y expositivos hay que diferenciarlos. En un mundo ideal y en una democracia real, la sociedad política debe estar sujeta a la sociedad civil y en particular a la clase hegemónica, sólo de este modo la democracia tendrá una expresión importante y como no habiendo otra ideología a la cual ajustarse, diría un buen numero de profesores e intelectuales, pues es necesario que la democracia sea una realidad y funcione como tal. Pero la experiencia en países no desarrollados como es el caso de muchas naciones latino americanas, el desarrollo de ambas sociedades no ha sido igual, la sociedad política se ha desarrollado mucho más rápido que la sociedad civil que es gelatinosa, entonces de ninguna manera la sociedad política esta sujeta a la sociedad civil y tampoco obedece a la voluntad general. Y más aun, en países en vías de desarrollarse, la pelea política se da en pos de conquistar el Estado, al aparato coercitivo y jurídico. Entonces la democracia, no puede funcionar como nos lo vienen platicando –todo esto sin añadir la otras dimensiones influyentes en esto-.

El problema que tienen ambas facciones es que dichos grupos políticos y partidos a final de cuentas actúan bajo una lógica consecuente con la toma del Estado, y su principal opositor hasta hace algunas pocas décadas era la figura presidencial y la alternancia del poder el objetivo. Entonces los problemas importantes de un corte menos político han sido desatendidos y sin duda son problemas medulares para la manutención del Estado mexicano.

Existen pues problemas fundamentales que atender y resolver, entre ellos el energético, pues es el dador de vida de las naciones modernas y desarrolladas. Pero se antoja difícil que con la simple lógica de políticas públicas, rational Choice, democracia representativa, social democracia y buenos deseos en el corto plazo se resuelvan las cosas. Más aun si se hace caso omiso de la sociedad, si, esos que para muchos de la fracción técnica son aquellos indios y campesinos que no entienden nada, y para la fracción ideológica parecen ser todo, salvo cuando se terminan los periodos electorales y no hay que acarrear gente.

No es gratuito pensar que tendremos serios problemas en un lapso de tiempo corto. Y por cierto, el escudo nacional me parece perfecto tal como esta.

Gracias por su tiempo.

INKEN DEAN.

miércoles, 24 de septiembre de 2008

The American Bailout



Un amplio sentimiento antiyanki se expresa a través del consciente colectivo de la mayoría de la población en México. Específicamente, en las universidades, quizá de extracción pública, el tio sam es visto con amplio desprecio y reserva. Esto ocasiona un amplio rechazo por los temas sociales que en el vecino país del norte se suscitan. En contraste, a mi parecer, el conocimiento de la realidad social yankee es esencial para comprender como funciona el sistema capitalista actual, y abordarla críticamente es un ejercicio esencial que trasciende el típico sentimiento antiyanki que nuestro mexicano sentido común ha desarrollado a lo largo del tiempo y que no lleva más que a visiones románticas que remiten a los y agotados discursos de la izquierda barata carentes de todo contenido “real”.

Aproximadamente desde finales de Agosto hasta Septiembre, se han observado una serie de acontecimientos que han desembocado en múltiples quiebras de los principales consorcios financieros en Estados Unidos. La ya anunciada crisis hipotecaria tuvo su cereza en el pastel en Agosto pasado con la quiebra de dos de los principales consorcios hipotecarios: Fannie Mae, y Freddie Mac (Ambos de carácter privado ya que cabe destacar que en E.U. no existen las empresas estatales de manejo de fondos de ahorro). Posteriormente, en recientes fechas, uno de los principales consorcios bancarios, Lehman Brothers, se declaró en quiebra, mientras que el principal consorcio de seguros, AIG (American Internacional Group), declaro sus numeros en focos rojos, al hacer publica su descapitalización. Por otro lado, el consorcio financiero Merryl Lynch, también declarado en bancarrota, fue adquirido por el poderoso Bank Of America.

A raíz de este masivo bonche de quiebras el gobierno federal, mediante el fondo del tesoro y la Reserva Federal, decidieron tomar cartas en el asunto. En un gobierno republicano (que vendría siendo lo equivalente a un gobierno de derecha), pareciera que la palabra “intervención estatal” es un tabú que la eficiencia del mercado ya había superado desde la administración Reagan, al menos en el discurso político. Sin embargo, en la práctica, el discurso de los ideólogos del mercado parece tomar un matiz, o un cambio de rumbo. Es evidente, no se puede dejar que el mercado haga sus “ajustes” y que los consorcios financieros privados que tienen en su poder gran parte del ahorro de las familias sigan quebrando (aunque cabe destacar a lo largo de la crisis hipotecaria miles de créditos hipotecarios han sucumbido lo que significa que las personas que tenían la posibilidad de adquirir una casa ahora vean nula esa posibilidad) y más aun, no se puede dejar que una señal de desconfianza en los mercados se siga esparciendo en las mentes de todos los especuladores-inversores de Wall Street, de tal forma que se llegue a una situación extrema de encadenamiento de bancarrotas de otros consorcios financieros. Seguir asumiendo esta doble situación ya no es posible para el gobierno federal, y más ahora, en tiempos de elecciones en donde el pellejo del partido republicano esta en serios aprietos después una cuestionadísima administración Bush. El rescate, primero de las hipotecarias y después de AIG (Lehman Brothers no fue parte del plan y poco después su parte de inversiones y banca comercial fue adquirida por el consorcio británico Barclays en aprox. 2 billones de dólares) y a Merryl Lynch lo compró otro consorcio privado), representa el mayor en la historia de los Estados Unidos (700 billones de dolares) Que segun el NY Times en su edición del Miércoles 17 de Sept. Del 2008: “A $700 billion expenditure on distressed mortgage-related assets would be roughly what the country has spent so far in direct costs on the Iraq war and more than the Pentagon’s total yearly budget appropriation. Divided across the population, it would amount to more than $2,000 for every man, woman and child in the United States”.

Este rescate está relacionado con el debate de política económica que sin importar el mote partidista esta bien cimentada en los términos del Liberalismo y que converge hacia la necesidad explicita de salvar a como de lugar el funcionamiento de la economía de mercado y su relación inherente con el Estado. Por ello, y para solucionar en primer término el problema de confianza en los mercados, y en última instancia, para solucionar el problema de los ahorros de las familias, se elaboró un plan de rescate (una especie de FOBAPROA) que se discute ampliamente y las especificidades del mismo están siendo aun detalladas. Todo el sector de la sociedad política pugna a favor del rescate, y más aun por la elaboración de un nuevo marco regulatorio de los mercado financieros. Sin embargo, los demócratas mas asociados a un liberalismo al estilo del welfare state, abogan por un plan que proteja a la clase trabajadora y a sus ahorros (al menos en el discurso político), aunque no olvidan tampoco que restaurar la confianza en los mercados es vital. El gobierno federal, muy a su reserva, sabe que no puede dejar más a la deriva los ahorros de las familias, y más aun, que no puede dejar que se desencadene una crisis mayor que afecte a los mercados globales y a su propia economía, sin embargo, hay quienes dentro del gobierno denuncian la irresponsabilidad en el manejo de los fondos y la corrupción de los millonarios chairmans de los consorcios quebrados, y por lo tanto abogan por la quiebra irresoluta sin rescate; estos denunciantes son los que aun defienden el libre mercado como mecanismo eficiente, y para evitar esas imperfecciones en las decisiones, la salida es la elaboración de reglas claras en el manejo de los fondos de ahorro e hipotecas. Tanto republicanos, como demócratas, saben que la intervención del Estado es fundamental para el rescate de su economía. Los demócratas lo aceptan con más claridad, los republicanos, algunos, están todavía enmarañados en el discurso del libre mercado, y otros están viendo como coserle mas parches a la ideología del mercado de la cual se saben partes. John McCain, el nominado de los republicanos a la presidencia planteó en un discurso la creación de una agencia federal para ayudar a los empresarios en bancarrota y otras instituciones financieras, contrario a otros colegas del partido que plantean dejarlos a la deriva, sin embargo ambas posturas siguen pensando que el mercado libre es el espacio ideal. El discurso neoliberal, ya no tiene sustento, al menos, en cuestiones de política económica. Hasta los más retrogradas ideólogos del mercado, y muy a su pesar, saben la vital importancia de la intervención estatal para dejar que el mercado siga funcionando. Los demócratas, menos asociados a la ideología neoliberal, pero que sin embargo conviven con ella, entienden que el mecanismo del mercado debe funcionar eficientemente para garantizar confianza a los grupos de inversionistas locales y mundiales, pero añaden, y quizá esta sea una diferencia con los republicanos, el discurso de la protección a la clase obrera que tan bien funcionó en la política yanki en la época del welfare state. Con la popularidad de Obama, un discurso a todas vistas estatista (obvio en los términos yanquis, que son con un alto vinculo con la esfera privada, después de todo, Obama no ha hecho explicita su postura al manejo público de los fondos de ahorro) se deja ver más claro que el discurso de McCain, que todos sabemos, no debería ser “estatista”, pero por las circunstancias debe hablar irremediablemente de “intervención”.

Mientras tanto, en el seno de la población no queda claro todavía cual será la solución final, y cual será el costo final de este rescate. La crisis en USA se hace más profunda, mucha gente ha perdido sus casas, y ahora, la clase media sufre otro revés, los empleos que proporcionaban los bancos que han quebrado se han perdido y el nivel de afectación en los suburbios se incrementa. El sistema se sacude con otra crisis más, pero intenta recuperarse periódicamente en el corto plazo restituyendo la confianza a los inversores-especuladores, pero con costos altos para la población. Sin embargo, ciertos segmentos de la población, de 20 años hacia acá, ya se están acostumbrando. La popularidad de Obama es clara, y al parecer, por ahora, es al que más le favorecen los acontecimientos financieros (Más adelante puede no ser así). Su discurso se unifica, y el liberalismo de los demócratas renace y se fortalece, y quizá el Liberalismo en general, como lenguaje político, como ideología del capitalismo mundial encuentre su próximo bastión en ese mítico hombre de color de Illinois, que por primera vez, llegue a la toma real de poder, en la que para mi, sigue siendo la nación con más influencia sobre la faz de este planeta. Por lo anterior, vale la pena seguir de cerca este intrincado proceso político.

THE MAN IN BLACK

lunes, 22 de septiembre de 2008

Thousand Days Like A Lamb


Actualmente México vive un proceso de descomposición que no esta lejos de lo que E. Durkheim llamo anomia; tanto el Estado encarnado en sus instituciones como la misma sociedad han perdido cohesión, el proceso de comunicación que debería integrar las acciones de ambos se ha desquebrajado y simplificado a niveles realmente preocupantes. Los procesos comunicativos que se integran a través de procesos de integración social que irremediablemente vinculan al monarca y al ciudadano, han entrado en dinámicas de exclusión cada vez más intensas.

Uno de los factores que ha coadyuvado a dicho marco general es la terquedad en la implementación de un modelo de acumulación capitalista conocido como neoliberalismo. México ha entrado en la lógica del mercado libre sin un matiz ni perspectiva eficiente, así como de la ausencia de objetivos claros y evidentemente todo esto ha devenido en una carencia total de éxito según lo que la ideología neoliberal plantea. La practica de dicha ideología, y su consecuente modelo económico ha significado el enriquecimiento obsceno de un puñado de individuos y familias, el debilitamiento y envilecimiento de una clase política que confunde cada día más su extracción republicana y un empobrecimiento exitoso de una masa de millones de individuos que buscan su autodeterminación por todas partes sin encontrar la salida a las condiciones miserables a las que se enfrenta día con día.

A este marco desangelado, a este rito de paso trunco que vive México, atascado en una etapa liminal que des-estructura identidades y contextos sociales; se nos presentan expresiones de envilecimiento humano como lo es el asesinato. En las condiciones en las cuales vive el país y su sociedad, han germinado entes criminales, sujetos fuera de toda norma jurídica, moral, ética y humana. El narcotráfico, el secuestro, el robo, la delincuencia, a todos sus niveles, alimentada por las condiciones políticas y económicas en las que vive esta nación, comienzan a mostrar el inicio formal de lo que es la descomposición social.

El dialogo entre gobernantes y gobernados se ha desvinculado, ha caído en fetiches y fiebres delirantes por la apropiación del monopolio del Estado, del instrumento coercitivo y jurídico; todo ello a manos de partidos políticos y grupos de poder conformados por diversos individuos, todos ellos oscuros. Han desvinculado y degradado la comunicación y el dialogo que debe existir entre ambos. Tan por los suelos se encuentra esta relación que las tareas básicas que debe llevar acabo el Estado mexicano son buenos deseos en la actualidad más cotidiana. Brindar seguridad en sus más amplias dimensiones como: lo es la salud, la vivienda, el trabajo, la seguridad publica; todas ellas son buenos ejemplos de los problemas que no deben existir en una “democracia que se consolida” como tienen a bien creer los transitologos.

El problema del secuestro es un cáncer social que atenta contra el valor más sagrado del liberalismo <>; en su espectro más amplio este crimen priva a los grupos sociales primarios y secundarios de ejercer su autodeterminación. No sólo hablo de individuos desentendidos de su contexto y pertenencia social, ya sea de clase o estrato. Hablo del conjunto de grupos sociales que ven coartada su libertad para vivir y ejercer sus derechos. Que bofetada en la cara de todo ciudadano es saber que aquellos que deberían garantizar su integridad física y la paz social son aquellos que emplean su entrenamiento en herir al que juraron proteger.

Existe un gran problema en las cúpulas más altas de la ahora sub-política, permite que sus grupos subordinados hagan negocios a expensas de la integridad de los individuos. Y aun cuando es más que evidente que todos los escalafones están involucrados y tal hecho constituye un problema vital, por sus características y magnitud, estos, no hacen nada.

El Leviatán pareció despertar de su letargo y descomposición interna cuando un miembro de su clase fundamental fue asesinado, cuando un joven burgués fue vilmente asesinado a manos de sus secuestradores, sólo en esa ocasión cupo hacer una manifestación masiva para exigir eficiencia y justicia. Sólo cuando la clase de los dineros organizo una expresión de repudio masiva en la cual se reunieron todos los estratos de la sociedad y fue comercializada por los medios de comunicación, es cuando se toman cartas en el asunto.

Pero existe algo aun peor dentro de esta descomposición y es: qué pasa cuando se lleva a acabo un acto de terrorismo en una sociedad que no conoce dicho acto más que através del celuloide. Qué sucede cuando la semilla del terror se planta en una sociedad que jamás ha experimentado tal situación. Lo sucedido el día de la celebración de la independencia de México, en uno de sus estados con más tradición y mayor índice de pobreza, es un acto simbólico de importante magnitud. Hablo de la detonación de artefactos bélicos, diseñados para la guerra y usados por agentes entrenados para asesinar en condiciones especificas; hablo de armas que no son de fácil acceso y que son empleadas contra una masa de civiles que festejaba algo simbólicamente importante para su sociedad y que esta relacionado fundamentalmente con la libertad.

El asesinato de un grupo de personas, civiles todas ellas, en un festejo popular es un acto de terrorismo. Lo neural de todo esto es por qué y cuál es la razón de atacar a blancos civiles. Todas las guerrillas y movimientos sociales en México nunca han tenido como blancos a la población; México no vive movimientos políticos separatistas; no tiene ingerencia u ocupaciones militares en ningún lugar fuera de su marco territorial. Hablamos de un acto extraordinario en toda su extensión; un acto de violencia por demás raro y sumamente preocupante.

Lo que exista detrás de este acto oscuro y deshumano tiene implicaciones profundas dentro de la clase política; donde el principal responsable de todo esto es la clase en el poder, la clase política. Tanto esta administración como la pasada son responsables de un problema que amenaza los cotos de poder de los hombres clave en este país. Algo sumamente oscuro debe existir para que se suscite un acto de esta naturaleza. Sí es el narcotráfico, estamos ante una guerra intestina que augura más violencia; sí hablamos de grupos de la delincuencia organizada es un acto de exacerbación y potencialidad que están adquiriendo estos grupos criminales. Puedo seguir especulando hasta llegar al primer circulo de poder en este país y las consecuencias son igual de funestas que las dos anteriores.

La repuesta que el Estado se prevé dará no puede ser otra que la violencia profesionalizada, y debe ser pronta en el mediano y corto plazo; no se entiende qué otra salida diplomática o política pueda establecer con grupos de este tipo. La reconfiguración política será una reacción previsible para los próximos meses. Estamos ante un panorama delicado, con interpretaciones de distintos tipos. El propósito de esta es tocar un serie de aspectos que abren el panorama de una problemática nacional que se ha venido gestando en los últimos cuatro sexenios y que sin duda esta llegando a su fase más violenta y preocupante.

INKEN D.

jueves, 18 de septiembre de 2008

Letras Más, Letras Menos



Pudiésemos pensar por un minuto que es legítimo matarte y abusar de tí, en todos los aspectos: sexual, moral, ético, emocional, material y religioso. Permítaseme decir que sería muy de mi conveniencia y placentera excitación poderlo hacer sin experimentar sentimiento de culpa o vergüenza, sin embargo no puedo.

Quien sí puede: una clase escondida tras cortinas de dólares, pesos, crucifijos, barriles de petróleo; tras de un rifle, tras de una sotana, tras de un dios, tras de un sexo atractivo. Ellos, todos ellos pueden hacer uso, cada uno en su respectiva dimensión, de tí, de todo lo que moralmente te ha programado para ser un ser humano; algunos más serviles que otros, algunos mas atractivos y más aptos para hacerla de títeres.

Es pues que existe un poder sobre tí, en ocasiones es imparable y te constriñe, castiga, cohesiona; puede ser de forma violenta, de forma persuasiva, es una fuerza real e ideal que actúa sobre tí.

El problema aquí es la conciencia que tienes de ser usado por dicho ente en manos de algún cretino. Es un problema grave, pues no todos pueden usar a cualquiera a su antojo, hay un proceso bastante elaborado para hacer efectivo dicho poder, dicho abuso.

Pues es mi propósito que reflexiones sobre dicha ausencia de conciencia, que efectúes una síntesis de acontecimientos y abusos que te orillen a efectuar una recapitulación mental y emocional con el propósito de que tu conciencia se acrecente.

Es fácil decir que no eres nadie y mejor aun que nunca llegaras a ser algo sustancialmente importante. Que perteneces a un conglomerado social que te ha conducido a la pasividad. Es fácil decir que eres la puta de cualquier sujeto con poder, que no eres más que un medio para obtener un fin que no corresponde a tu persona disfrutar. Es aun más fácil hacerte pensar la efectividad de este comentario, cuando sobre ti actúa todo un aparato ideológico, material, social, cultural y religioso para hacer legítimo el que tu seas una batería biológica al servicio de un grupo de individuos sin rostro, sin facciones estéticas definidas, sin un color o una nacionalidad.

Eres un títere de dios que aunque libre arbitrio te dió, este se encuentra limitado por una moral falsa, una moral eficaz para propagar propaganda de todo tipo, de toda clase social.

Es pues, útil decirte que tus expresiones más intimas, más personales, mas emocionales son producto de un proceso civilizatorio que no obedece a una naturaleza perse de las cosas y de los seres humanos. Es útil decirte esto porque te ofrece la posibilidad de que tomes más control sobre una ausencia de acción de clase, acción de individuos abusados y condicionados a placeres banales.

Termino diciendo que tanto más tardes en levantarte del letargo espiritual e intelectual en el que te encuentras, tanto más serás objeto de un falo anónimo que te oprime contra el suelo.


El loco, el idiota y el asesino.