lunes, 23 de febrero de 2009

¿Hollywood?...No, ¡Bollywood!


Parece que este año, al menos en los Estados Unidos, es el año de las first-time ever; Primero Obama, y ahora, por raro que parezca, los Oscares. Lo digo porque por primera vez una película de extracción india resulta la absoluta ganadora en el tan controvertido y millonario mercado cinematográfico estadounidense. Se trata de la entrega titulada “Slumdog Millionaire” del director inglés Danny Boyle (Trainspotting, 1999) y del co-director indio Loveleen Tandan; filme que en la última edición de los premios Oscar, logró arrebatar para si 8 estatuillas doradas, incluidas mejor película, mejor director, mejor guión adaptado (el script original es de una novela del también escritor indio Vikas Swarup), mejor edición, y mejor música, entre otros premios. 

A grandes rasgos, la historia se centra en Jamal, Salim y Latika, un par de hermanos y una niña, cuya vida se desarrolla en los barrios pobres de la ciudad de Mumbai (antiguamente conocida como Bombay), y cuya relación va cambiando a medida que la India se transforma económicamente de un país sumido en la miseria a una de las más prominentes “economías emergentes” del siglo XXI, en las cuáles, el desarrollo de software, y el sector servicios se vuelven los elementos constitutivos de la estructura económica. De correr entre la basura, y mendigar profesionalmente por las calles de Mumbai, los niños de pronto se encuentran, ya en su juventud, inmersos en una ciudad que erige un gran distrito financiero y departamentos de lujo, en donde antes solo abundaba la basura y la porquería. Es en este contexto donde surge la parte nodal de la trama, en la cual una historia de amor cobra vida cuando Jamal, uno de los hermanos decide participar en la versión india del concurso inglés de nombre “Who Wants To Be A Millionare” (en el cual a los participantes les son hechas una serie de preguntas atípicas con el fin de obtener como premio final algunos millones de rupias), con el simple propósito de recuperar a Latika, su amor de la niñez, a quien ha estado buscando por todo Mumbai después de haberla perdido tratando de huir de un explotador infantil. Jamal, al estar sentado frente al arrogante presentador del show y a medida que avanza este, se topa con que casualmente sabe cada una de las respuestas de las preguntas que le son hechas. Esta casualidad es presentada en el celuloide mediante flashbacks de su niñez, que hacen recordar a Jamal situaciones en las cuales se esclarece el porque de lo acertado de las respuestas. Al final, y después de un intrincado desenlace, se resuelve la historia a favor del principal, y al más puro estilo de los filmes de Bollywood, con todo el elenco de la película bailando al compás del bhangra, son exhibidos los créditos finales. (Bollywood es como se le conoce a la industria cinematográfica de la India, que dicho esta de paso decir, es la industria cinematográfica que más películas produce por año).

Más allá de la historia, de los valores que esta aporta y del valor cinematográfico de la misma, “Slumdog Millionaire” (“Quisiera Ser Millonario”, o “De Pobre A Millonario” como los excelsos traductores de películas en México le han puesto, pero que cuya correcta, o más adecuada traducción seria algo así como: “Paupérrimo” Millonario) representa así la posible culminación cinematográfica para una industria que lleva años y años haciendo películas. Si bien esta entrega fílmica no es completamente de extracción india, ya que el director principal es británico (muy a pesar de una gran mayoría de gente en la India que ha repudiado el filme acusándolo de tendencioso), además de que es apoyada por dos estudios norteamericanos (es por eso que entro a competir por el oscar), puede decirse que la inspiración es el propio cine indio y su escala de valores éticos y morales (el héroe del barrio, gangsters de ghetto, y la conquista amorosa de una doncella), además de que el 80% de la historia esta hablada en hindi, y más aún, el 100% de actores, camarógrafos, editores, y mezcladores de audio provienen de Bollywood. 

El triunfo de esta película es un caso extraordinario sobre todo de acuerdo al contexto de películas contra las cuales le toco competir. La gran rival, por decirlo así, era la que todo mundo pensó, sería la gran ganadora: “The Curious Case Of Benjamin Button” (14 nominaciones), protagonizada por Brad Pitt, con millones de dólares gastados en efectos digitales, y con una historia de esas que solo Hollywood sabe hacer; Una apasionada trama de amor, escenografías y locaciones que tras el espejo muestran y hacen remembranza histórica del ascenso de Estados Unidos como potencia mundial, una “lección de vida y de valores” a través de un personaje “curioso” que intenta tocar el corazón del espectador, y una duración de casi 3 horas que recuerda otros capítulos épicos del celuloide estadounidense como “Forrest Gump”. Es decir, y tal y como lo auguraron nuestros “críticos” de cine y algunos otros tantos, con todos los elementos necesarios para otra noche épica estilo Titanic. Esta vez, no fue así. El que “Slumdog Millionaire” haya arrasado con las nominaciones resulta algo que, al menos en mi memoria, no había ocurrido en los Oscares. Nunca antes una película de un país del capitalismo no-desarrollado había arrasado de tal forma una entrega de premios en el Mainstream. Nunca. Y más aun, con una historia bien contada, sencilla, y con un presupuesto que no tiene números Hollywood: Solo 15 millones de dólares (solo para darse una idea, “Titanic” costó alrededor de 200 millones de dólares, y su competidora más cercana, “The Curious Case Of Benjamin Button” costó 160 millones). El resultado es impactante si tomamos en cuenta estas cifras, y más aún, si tomamos en cuenta que en términos de negocios, en Hollywood 160 millones de dólares son cifra “le-apuesto-al-oscar”; de manera que, perder contra una película de presupuesto 10 veces menor, no puede representar otra cosa más que: ¿Malos Negocios? (“The Curious Case Of Benjamin Button” solo obtuvo 3 estatuillas, y solo las referentes a aspectos técnicos). Solo para rematar y para dejar pensando: con un presupuesto de 15 millones de dólares, “Slumdog Millionaire”, ya ha rebasado el billón en ganancias recaudadas más lo que falta: ¿Buenos Negocios?

Con esta premiación, quizá sea esta una lección que le dio la propia academia a su millonaria industria de que el buen cine (y las buenas ganancias) se pueden hacer no siempre con tantos recursos tanto técnicos (a comparación de la intrincada tecnología que se utilizó en “The Curious Case Of Benjamin Button” para hacer lucir a Brad Pitt como un anciano de cuerpo pequeño, algunas tomas de “Slumdog Millionaire” fueron hechas con cámaras digitales) como dinerarios. Quizá también, quepa plantear que dentro de los Estados Unidos, y a raíz de toda esta debacle económica y moral que están sufriendo, se están planteando que no solo ellos merecen reconocimientos cinematográficos, que no solo ellos hacen “el cine”, y que no solo ellos son la potencia cinematográfica. Podrán los oscares seguir siendo una oda al imperialismo norteamericano, pero solo esta vez, solo esta vez, (y esperemos que otras tantas más), se logró mostrar que dentro de los propios limites del imperio, también se saben reconocer historias sencillas, bien contadas, honestas, y que hasta generan dinero… (Después de todo, la ganancia es el motor de este sistema). Por “honesto” y “bien contado” como elementos de una buena historia, no me refiero al extremismo de la exquisitez de algunos tantos que consideran “el buen cine”, a aquel de autor, a aquel que se hace con migas de presupuesto y con fines única y exclusivamente artísticos, claro, ese también es buen cine, pero esa es harina de otro costal, y eso nos lleva a otro debate que nada tiene que ver con los oscares puesto que no forma parte de su dinámica. Este reconocimiento a las buenas historias, al cine no pretencioso, a los productos de calidad y honestos, no es la primera vez que sucede en los oscares, tampoco podemos caer en el extremismo y decir que en estos solo se premian porquerías y que el único motivo de su existencia es ganar dinero; Tenemos dignos ejemplos como “Citizen Kane”, “Apocalypse Now”, “The Godfather”, entre muchas otras, la realidad es mas compleja de lo que aparenta. La valía, lo digno, y hasta lo curioso de ver en esta ocasión es que en esa lista de “mejores”, la academia, y por consecuencia el imperio, de pronto se acordaron de que en un lugar lejano, y raro, también hay candidatos para llenar “su lista”…Discutible o no, esta vez fue Bollywood y no Hollywood. Sin duda, algo esta cambiando en el Mainstream…
THE MAN IN BLACK

viernes, 13 de febrero de 2009

Nacionalización y Estatización; A propósito del rescate bancario en Estados Unidos

A continuación, se publica una entrada de el blog "Economix" que aparece en la edicion del dia 12 de Febrero del New York Times, y que trata sobre la presunta nacionalización de la banca en Estados Unidos. Lineas más abajo, se agrega un comentario que hice, con respecto al tema y que me parece pertinente compartir aquí. Por obvias razones, el contenido esta en ingles.

El blog cita lo siguiente:

Dr. Doom’s Case for Nationalizing Banks

By DealBook

From our colleagues at DealBook:


Washington has already turned to a Plan B for rescuing the nation’s banks, but Nouriel Roubini, the bearish economics professor sometimes referred to as Dr. Doom, thinks it is time for Plan N.

That’s N for nationalization of the banking industry, which Mr. Roubini, of New York University’s Stern School, argues may be the best option for the United States, and for Britain as well.

One of the concerns weighing on bank stocks recently has been the prospect of being nationalized; Bank of America’s chief executive, Kenneth Lewis, recently dismissed speculation that his bank would be nationalized as "absurd".

A continuación se citan los comentarios:

It will happen, but only after we try the Geithner plan first and then only when we call it something other than ‘nationalization’. To the uneducated public, that is almost as bad as socialized medicine.
— scott

Why can’t we look into Pandit’s idea (Citigroup)? Buy the assets at some inflated value, then clawback the profits from the banks a few years later when the economy recovers. Basically, we’re giving the banks capital, allowing the banks to defer their losses and pay them off over time. And by then the assets may not be as worthless as they are today, especially if they do a cramdown or something to reduce foreclosures.
— Dr. Dude

Por último, cito mi comentario:

First of all, i think there's a whole misuderstanding about the concept of nationalization. That confusion leads to wrong debates. Lets explain. If american bank system were in hands of foreigners, for example, mexican bankers, and, this banks were in a bad-assets trouble situation (as the current bank system in america is); Then, a "factible" solution would be the "nationalization", which means, a change of propiety from mexican bankers to american bakers (that not necessarly means shift from a private to a public bank system, and furthermore, the banks still remain in private hands); But now nationalization its not the solution because american bank system still in hands of american bankers. In the other hand, given the current trouble in the bank system, understanding what really means a "nationalization", and analizyng the solutions of put the economy in march again, a "real" solution is the "statization" (not a nationalization). A statization means making public the private debt. So, this case its totally different from a nationalization just because the property of the debt shift from private hands (banks in trouble) to public hands (taxpayer money). A statization of the debt doesn't mean socialismus, its just a mechanism that capitalist economies uses for re-establish the general conditions of rentability (which means re-launch credit markets, once the banks are clean), and its associated to keynesian economic policies. So, the real debate should go around in which will be the rules or the terms for a statization of the banking system, and this debate should leave behind the phantoms that surround every american mind that state intervention means socialismus.

THE MAN IN BLACK


lunes, 2 de febrero de 2009

El Pastoreo de los Corderos (2ª parte)


El presente es una reflexión sobre dos temas que tienen pertinencia en la realidad nacional mexicana, hablo de las elecciones de representantes políticos que tienen lugar en estas fechas y sobre la constante y creciente violencia que tiene lugar en todo el territorio, así como dentro de los distintos medios de comunicación.

Actualmente, consecuente con la fase histórica en la cual vivimos, donde expresión de ella es la globalización y parte de la misma tiene que ver con la necesidad imperiosa de comunicación, tanto de información como de capitales. Los medios de comunicación están fuertemente asociados a la necesidad de conducir informaciones y comunicar capitales de todo tipo. Es su negocio, es su fundamento en la actualidad. En base a esa necesidad y esa fundamentación las distintas cadenas televisivas, periódicos, publicación electrónicas y editoriales se ven en la necesidad de manipular la información de tal modo que se ajuste a por lo menos tres elementos: que la información transmitida posibilite el lucro y reproducción capital; que la información sea lo suficientemente atractiva, dinámica, sintetizada y accesible para crear una dependencia a la misma y por ultimo que se ajuste a una pretendida neutralidad u objetividad que legitime su emisión de contenidos.

Estos tres elementos no empatan o se ajustan unos con otros, en muchas ocasiones entran en franca contradicción pues el ejercicio profesional y objetivo del periodismo choca con la necesidad sensacionalista de hacer atractiva una información. sí ésta no se integra rápidamente a los consumos populares deja de ser una oportunidad de lucro de la cual depende el negocio que son los medios. Es por eso que hay toda una gama de actores sociales en esta dimensión que lo hacen de mejor o peor manera. Hay que ser, pues, inteligentes y creativos, adquirir objetivos éticos; formas que concilien no sólo el aspecto lucrativo y espectacular, sino el profesional y objetivo, serio y sobrio.

Actualmente en México vemos un ejercicio periodístico carente de profesionalismo, seriedad, rigurosidad y veracidad; por otro lado, podemos observar que el profesionalismo salta a la vista en un aspecto negativo de éste, se han hecho profesionales para producir noticias Express, con cierta calidad en sus formas, con diseños llamativos, gráficos vistosos y animaciones que hacen el producto encantador, en esto cumplen bien, y digo bien pues cumplen con cierta formalidad; aquí el problema de gravedad son los contenidos, la manipulación de la información así como su coherencia, éstos son los grandes perdedores. Este problema lo encontramos principalmente exhibido en los noticieros de las dos grandes cadenas televisivas de México: Televisa y Tv Azteca, así como sus portales de información electrónica.

Hablaré particularmente de éstos, no es que en los periódicos o el radio no se encuentre el problema, pero dado que la televisión es el principal medio de acceso a la información, así como el medio que más penetra e influye en la población. Para éste particular caso me centrare en la dimensión de lo noticioso y del análisis, por ser la parte del negocio que supuestamente guarda mayor seriedad, pues hablar de la programación habitual en espectáculos, programas, series, telenovelas y contenidos para niños es un tema arto doloroso y penoso para el ciudadano promedio.

En México existen alianzas por demás extrañas y ventajosas, entre ellas actores sociales y políticos que desdoblan su función, su personalidad, con el proposito de pactar y obtener beneficios personales que van desde lo más oscuro hasta lo más banal. La clase política tiene pactos con la clase empresarial, los partidos políticos la tienen con la clase política y los empresarios; el gran capital la tiene con la clase en el poder, el gran capital así como la clase empresarial también tienen sus alianzas y agendas programáticas; ni que decir de los grupos criminales desde los de mayor envergadura hasta los criminales de medio pelo, tanto con la clase política, los partidos políticos y ciertos hombres de negocios estan asociados de algun modo con estos actores oscuros. El asunto aquí es cómo las hacen coincidir -agendas- y cómo agrupan sus prioridades, así como el ejercicio de sus acciones para salir beneficiados, todos estos beneficios a costillas de una población que desde hace poco más de dos décadas se empobrece cada día más y encuentra sus derechos más básicos amenazados.

Entre otros de los graves problemas que atraviesa la población mexicana desde hace dos décadas esta un decaimiento en la calidad y el nivel de educación; desde los niveles básicos -para el groso de la población-; el sistema educativo ha sido transformado en un pesado sector cuya prioridad elemental y fundacional, su razón de ser y ethos como institución es lo que menor importancia recibe. Se ha caído en una lógica mercantil, en una trinchera de conflictos políticos y sindicales que han contribuido a la degradación educacional. Lo anterior plantea un escenario donde la población mexicana queda con mayor vulnerabilidad, es propensa -con mayor facilidad- a los engaños y la cooptación clientelar de los actores políticos antes mencionados, son pues, blancos expuestos al chantaje, engaños y explotación de clases y grupos bien organizados.

Pero entre toda esta trama de relaciones y alianzas, en esta monstruosidad, éste ser que reúne los aspectos más deleznables de una sociedad, dentro de éste artificio negativo, los medios de comunicación juegan la vez de voz, de capacidad comunicativa; un sistema comunicativo eficaz para sus propósitos o por lo menos es el proyector de todas estas imágenes y discursos. Es un distribuidor, un comunicador eficaz, una herramienta de propaganda y vulgarización efectiva.

Dos ejemplos de lo que expongo son los spots o las baterías de propaganda político-electoral que el Instituto Federal Electoral (IFE) ampara y ordena se transmitan de manera obligatoria en las sintonías televisivas nacionales. Como algunos saben hubo un conjunto de reformas en materia electoral que impiden la compra-venta de tiempo al aire para motivos políticos-electorales, esta restringido este espacio y tiempo propagandístico a los partidos políticos bajo la supervisión del IFE, esto significo un golpe a las gordas carteras del oligopolio televisivo y radiofónico de este país. Así que los jueces y opinadotes máximos de los medios, levantaron una campaña de reclamo al respecto. Se entregaron los spots políticos, las televisoras debían incluirlos entre sus programaciones, a esto, buscaron los momentos menos oportunos para transmitir dicha propaganda política, la medida es simple: insertar los mencionados spots dentro de las audiencias y programas más populares, que ejercen una mayor pasión y alienación de los televidentes, la medida tiene como propósito violentar a las audiencias y emitir un mensaje de descalificación, para las referidas reformas electorales por parte de los -como ellos se llaman- industriales de la radio y la television.

Los culpables según argumentan los medios, son el IFE y los políticos, pero la culpa aquí es compartida; el gran perdedor de todo esto es el mismo IFE. Los medios podían transmitir dicha propaganda en espacios bien pensados y con el propósito de exponer el discurso político de los distintos partidos políticos de una manera más adecuada y menos agresiva. Los políticos, entendidos como los representantes nacionales, pudieron encontrar mejores modos de restringir y equilibrar la competencia, así como de limitar el negocio y hacer menos costosas las campañas políticas que en México ( que son tan o más caras que las europeas, ni hablar de los salarios de los servidores públicos). Lo grave aquí y sin duda penoso por la importancia que tiene y debe jugar un instituto electoral -que vigila y controla la competencia política, ademas de que es vital para la democracia-, es que pierde legitimidad ante una población mayormente desinformada, mal informada en el mejor de los casos y con una educación que se presenta preocupante. Los medios legitimadores de todo, emiten opiniones que ayudan a esta deslegitimación del IFE, pues la cultura política de la sociedad mexicana es volátil y poco participativa, no es critica, los valores que integran lo político son ambiguos, así que la valoración de los ciudadanos mexicanos con todo lo que se relacione con la política no tiene la mejor opinión o estima por parte de los mismos.

Por otro lado el sistema político, más éste sistema que se identifica con lo democrático en una transición reciente y no consolidada como es el caso de México, debe proteger a sus instituciones ciudadanas con mayor eficacia, no exponerlas de formas vergonzosas o hacer dudar de su labor como institutos ciudadanos. Pero desafortunadamente la percepción popular no otorgara su estima al IFE, perderá confianza y simpatía a causa de asuntos tan banales como la interrupción de una telenovela o un partido de futbol, por spots de partidos políticos que tampoco cuentan con la mejor dirección y contenidos deseables.

Otro de estos ejemplos que mencione lineas arriba es la constante y creciente violencia; la criminalidad que se da en el país, así como la extensa exposición de todo esto en los medios. Tenemos un gran problema entre las manos, toda la sociedad tiene que ser participe de la solución, existe un problema de seguridad nacional en el que están involucrados los principales actores políticos del Estado, así como sus grupos y corporaciones de seguridad tanto policiales como castrenses. Tenemos agrupaciones delictivas con redes operacionales, algunas internacionales. Situaciones que se han agravado por la creciente pobreza y un sexenio previo al actual con una de las peores administraciones. El ejercicio nulo en los utimos años y la incubación de relaciones y complicidades criminales, han florecido en la actualidad. Los principales problemas: la pobreza, el narcotráfico, los secuestros y el robo. Son miles de asesinatos, expuestos de las maneras más dramáticas, las autoridades inmediatas y responsables son expuestas en toda su ignorancia o incompetencia, los grandes políticos se escudan en interminables planteamientos demagógicos, sofismos que no conducen a soluciones concretas y peor aun, creíbles.

En vez de pensar y demandar solución interna, esperamos que el nuevo y flamante presidente de la vecina nación Americana nos solucionará el problema, como dicen por ahí “nos va ir mejor con Obama” pensamos que con él se regularizará, crecera el envío de remesas de los Estados Unidos. Que obteniendo regularizaciones y reformas migratorias nos ira mejor, pues así tendremos más remesas; es triste la situación, es dramático que las remesas signifiquen la mejora cualitativa y eso de forma marginal para la población mexicana, pues no hace más que reproducir un ciclo de pobreza y marginación, pues para que las remesas signifiquen una mejora en la calidad de vida de las familias que las reciben tendríamos que conservar las mismas condiciones de pobreza, para que un dólar signifique una mejora o sea marginalmente beneficioso las condiciones de pobreza deben continuar. Tampoco es gracioso que la fuerza de trabajo tenga que irse y desestructure regiones completas, que los profesionales que son formados en las universidades publicas, instruidos con el dinero de los contribuyentes se vayan al extranjero porque ahí pagan mejor, aquí no tienen la capacidad de desarrollar proyectos útiles para sus comunidades, peor aun, que ni quiera exista desde la formación media superior la conciencia de que su formación tiene como propósito la mejora y el desarrollo de su comunidad asi como de su sociedad. Los estudiantes en este país piensan que su educación esta libre de responsabilidad: moral, ética, que es un gasto y ellos la pagan.

En México las cosas no marchan bien, la identidad pragmática y utilitarista que los medios se encargan de cultivar e incentivar, las realidades expuestas por parcialidades confusas, los falsos discursos de moral, valores y ética con los que disfrazan sus lucrativos negocios han conducido a una problemática grave; donde los medios de comunicación han adoptado o han creído ser la conciencia y voz del pueblo. Ellos dictan sentencia, opinan y juzgan con la bandera autoimpuesta de “la voz del pueblo”. Desafortunadamente buena parte de la población ha creído tal cosa, ha asumido las opiniones emitidas por sus comunicólogos y periodistas como suyas, hace extensivo el reclamo de los capitalistas de la comunicación como propios, cualquier cosa que ese beneficio signifique. Todo por qué, –en parte- su transmisión deportiva se vio interrumpida por un instituto que debe velar por una parte importante de la democracia; por qué, la telenovela se vio cortada por un spot de algún partido político donde posiblemente aparece una de las encueratrices de la televisión, de las cuales ellos mismos mandaron mensajitos para salvarla de la expulsión de un programa televisivo.

La violencia se hace presente en muchas dimensiones. La delincuencia ha crecido y ha corrompido a los que deben cuidarnos, pues a ellos no los cuidan quien deberían hacerlo. La lógica capitalista de libre mercado y libertinaje a diestra y siniestra han contribuido para hacer de toda expresión social una expresión de lucro e instrumentalismo vil y burdo. Todo ello es expuesto por la televisión, que confunde la libertad con un juego macabro y ventajoso de showbinismo mediático que sólo expone lo superfluo, lo celebra como los grandes valores y ética profesional.

La comunicación es el denominador de nuestro tiempo, es por ello que las formas y principalmente los contenidos han de ser analizados por todos, hay que guardar una posición crítica, ser flexibles, pero no irresponsables. Ser intolerantes con el uso de los medios masivos de comunicación como un vil y ventajoso negocio para explotar y tendenciar a la sociedad. Problemas como los que enfrenta la democracia, así como la creciente criminalidad y violencia son abonados con las practicas irresponsables de muchos consorcios mediáticos.

INKEN DEAN.