domingo, 12 de septiembre de 2010

FIESTAS PATRIAS



FIESTAS PATRIAS

Carta recibida en las oficinas editoriales de CCTC.



Esos ladronzuelos con retorica neoliberal y costumbres tecnocráticas, andan muy orondos por las calles con su ideología pequeño burguesa a cuestas. Dictan fiestas nacionales según su modo de entender la nación, ellos dicen cómo ha de ser, cómo ha de sonar, qué ha de decirse, a quienes habrá de honrarse. Pero las expresiones reales o si se quiere verdaderas del pueblo no son tomadas en cuenta, en todo caso la construcción de esta joven nación moderna no tiene claro su conjunto de identidades nacionales. Lo que podría entenderse como tal en una alegre y mal seleccionada –por no decir impuesta- puesta caleidoscópica de reegeton, rock de mal gusto de ochentas, colores brillantes, mercancías chinas, promesas de riqueza occidentales, pa pronto, cuentas de vidrio a cambio de lingotes de oro. El lingote no sólo es nuestra moneda y nuestra riqueza que esconde en su valor y valía en el trabajo del pueblo, no, no es sólo eso, el lingote representa la corporeidad del pueblo, de la broza, del peladaje, de lumpen, del proletariado, de la perrada. Esos son los lingotes de oro que hemos cambiado por cuentas de vidrio y espejitos octagonales de la “buena suerte”.


A DIOS gracias por la ignorancia que imprimes en nosotros a través de tus representantes. A la paloma de la paz y la laicidad, un entrañable abrazo pues tus políticos, demagogos, hombres de retorica –cada vez más corriente y con pocos dotes de orador- nos hacen el acto de ilusionista, cada vez más costoso, pero “bueno” lo creemos, pues en algo debemos de creer, lástima que le creemos a puro pendejo y prostituta, si, unos salen en la tele, otros en canal congreso, otros tantos locucionan, pero yo a los que más les doy gracias, de esas que empuñan una espada –como la de Damocles-. Es a nuestra bendita iglesia y padres de familia, a ellos gracias por la infinita ignorancia con la que han formado a un pueblo en la modernidad tardia.



La Abuela Horkheimer