miércoles, 3 de marzo de 2010

Aumento en las Tarifas de Transporte Público Mexiquense, Abuso e Inmoralidad




Durante los últimos días de febrero se llevo a cabo un aumento en las cuotas y pasajes del transporte público mexiquense, situación que podría entenderse como necesaria dados los incrementos en combustibles, aditivos y servicios que se han dado durante el cierre de año 2009 y principios de éste 2010, se entiende que las unidades necesitan de estos últimos para la prestación del servicio de transporte público, que cabe señalar es operado por privados y asociaciones de las cuales nunca ha quedado clara su constitución o quienes integran estas, tema que sería de importancia publica para todo los usuarios del estado de México y DF que hacen uso de dicho servicio.


Las particularidades del sistema de transporte, que ya de por si designarlo como un sistema es darle un estatus que no merece, pues su organización ni es racional, ni reproduce valores, conductas ni patrones de orientación deseables para una sociedad; funciona con una lógica un tanto absurda y muy lucrativa para algunos personajes que siempre ocultos en su organización se hacen de cuantiosos recursos públicos y privados. El transporte público en el Estado de México es por principio de cuentas caro, no está subsidiado como en el DF y hagamos una comparación a través de un ejemplo un tanto simple y burdo:


La tarifa base en el DF es de $3.50 llegando hasta 5 pesos, esto en microbuses, autobuses, combis y minivans. En el Estado de México la tarifa mínima era hasta principios de febrero del año en curso de $5.50 pesos, llegando hasta 11 o 12 pesos. Estamos hablando que de entrada es 30% más caro usar el transporte público en Estado de México que en el DF y que puede llegar a ser un 200% más caro en sus tarifas más altas, en trayectos similares. Obviamente este es un ejemplo burdo, puede cambiar y deja fuera muchas cosas, pero no se aleja mucho de la realidad, al menos no lo que a ciertas personas les gustaría que se alejara.



Hoy día la tarifa de transporte público en el Estado de México es de $7.00 pesos pudiendo llegar hasta $15, 16 o más, claro sin hablar de la tarifa nocturna que incrementa un 20% los costos del pasaje, que tiene lugar después de las 22:00hrs hasta las 5 o 6hrs del día siguiente, que para ser franco ese 20% es un buen deseo pues se llega a convertir en un cobro descarado de los operadores de estos servicios de transporte –y no pocos usuarios hacen uso de este servicio en altas horas de la noche-.



Pasemos a otro tema y bajo la misma tesitura continuare con ejemplos burdos y simples, pues enuncian un aspecto fácil de comprender y como toda explicación simple contienen la esencia de la idea y el fenómeno que intento aquí explicar. Los salarios mínimos en la zona del DF y Metropolitana (Estado de México) son de alrededor de $57 pesos, según el SAT para el área geográfica A. Un buen porcentaje de los habitantes del Estado de México son clase trabajadora, clase baja, obrera, rural, semi-rural, etc… lo que intento decir aquí es que se encuentran entre los deciles más bajos en cuanto a la percepción de ingresos y se dedican al sector servicios, así como la manufactura y trabajos con una cualificación baja o media. Lo cual los convierte en ciudadanos con ingresos moderados y una calidad de vida cuestionable, una buena parte dentro de algún tipo de pobreza. También sería conveniente saber qué porcentaje de estas familias u hogares son beneficiarias de los apoyos y programas del gobierno en materia de combate a la pobreza, situación que ilustraría mejor este punto, así como del número de solicitudes que quedan fuera o no son seleccionadas para recibir estos apoyos, ilustraría aun más la proporción de familias de las que hablo. Entonces, digamos, en mi ejemplo simple, una cabeza de familia (padre o madre) pensando en una tradicional familia nuclear moderna compuesta de un padre, madre, hijo e hija, por poner un ejemplo adecuado a la lógica neoliberal que piensa así a las familias. Tenemos que pueden llegar a ganar dos salarios mínimos, pero seamos generosos como todos los empleadores y démosle tres salarios mínimos al día.


Tenemos entonces que el padre, figura institucional y rectora de la familia mexicana en esta modernidad tardía, percibe algo así como $171 pesos diarios que resultarían en alrededor de $3,762 pesos al mes, claro sin contar con deducciones fiscales, más otros infortunios que pudiese encontrar la familia, pero como no me gustan las cantidades así, vamos a redondear la cifra en $4000 pesos al mes. Pensando que la familia no se divierte, no tiene tiempo de ocio ni esparcimiento, y sólo se traslada el padre de familia, digamos que tiene que tomar una combi que lo saque a la vía principal y una vez ahí tome otro transporte que lo conduzca a su trabajo, esto lo hago pensando en que él no tomara metro, ni otro transporte dentro del DF, pues el segundo pesero, combi o minivan lo dejaran en las inmediaciones de su trabajo. Gastara, pensando en la tarifa mínima, $14 pesos de ida y 14 pesos de retorno a su hogar con sus hijos y amante esposa. Tenemos entonces que el padre gasta $28 pesos diarios para llegar a su trabajo. Ahora bien durante los 22 días que asiste a laborar, pensando que los fines de semana descansa, tenemos alrededor de $616 pesos al mes, en pasajes, es decir poco más del 15% de su salario mensual destinado a pasajes.


Bien, algunos pensaran que no es mucho, que el gasto en otras diversiones ociosas o vánales, deberían suprimirse, es más importante ir a trabajar, en efecto, hay “diversiones” que se pueden omitir, como el consumo de drogas, la compra de piratería…claro aquí dejo fuera las diversiones vánales, pues nos refieren a lujos o gastos onerosos, pero estas personas no realizan gastos onerosos, su condición no se los hace tan accesibles. $616 pesos al mes, pensando en una vida estática, donde los hijos vayan a la escuela en el barrio o colonia local, donde la esposa este confinada de igual modo al ámbito de la colonia o barrio. Siempre y cuando no dependa economicamente otro miembro de la familia de este hombre que trabaja la semana inglesa.



Ahora bien, como mucha de esta gente no puede pagarse una casa propia, paga renta o algún tipo de hipoteca, que con el afán de ser modestos e ingenuos, paga alrededor de $1000 o 2000 pesos al mes por habitar en su hogar y tiene gastos en servicios que pueden llegar a $500 pesos al mes, claro está, la familia come y viste y puede gastar alrededor de 1000 pesos al mes en alimento, con una dieta que opinarían muchos nutriólogos es cuestionable. Hagamos entonces una sumatoria de los mínimos de estas cifras, tenemos $3,116 pesos, increíble nos ha sobrado dinero, $884 pesos que pueden ser ahorrados o invertidos en zapatos nuevos o en diversión para la familia.



Ahora bien, sabemos que nos quedo un sobrante, tal vez sea justo incrementar la tarifa de transporte público. Pero dado que y haciendo comparaciones simples y de sentido común entre el transporte del DF y del Estado de México podemos decir que el transporte del DF tiene una calidad o es al menos un poco más decoroso que el del Estado de México. Ha habido inversión por parte del gobierno del DF, se han impulsado obras que si bien han sido un problema en su momento, tiene una calidad un tanto mejor que el de su contraparte mexiquense. Claro tiene subsidio, pero si no lo tuviese seria por cuestiones de seguridad o riesgo una mejor opción viajar en el DF que hacerlo en el Estado de México.



No toco aquí aspectos como el trato entre prestador de servicio y usuario. Aspectos de higiene y polución: auditiva y de desperdicios en las unidades, paraderos y bases. La probabilidad de ser asaltado; aspectos de cobertura y aseguranza en caso de siniestro o accidente en alguna unidad de transporte público es alta. Ni hablar de la inversión en las unidades, tanto mecánicas, operacionales y de confort, por que al menos el usuario merece algún confort, se está pagando un servicio, donde el cliente está muy lejos del slogan americano de “el cliente tiene la razón”.



Otra situación por demás urgente, dramática y alarmante son las condiciones en que las terminales de camiones, normalmente situadas en estaciones de metro -´podemos señalar al menos dos Cuatro Caminos de la línea 2 del metro y El Rosario de la línea 7 del metro- son auténticos focos de delincuencia, mafias locales de transportistas, vendedores ambulantes y piratería. El usuario no conoce desde hace décadas en estos puntos un servicio o infraestructura adecuada que le brinde un servicio público de calidad, y me refiero no a un lujo, sino a un funcionamiento que no ponga en riesgo su integridad física y moral. Las bases improvisadas, irregulares y con prestadores de servicio con una calidad moral dudosa, por decirlo de una manera suavizada son un problema realmente preocupante. Pero tras todo esto existen mafias de servidores públicos así como de asociaciones que trabajan bajo un status legal dudoso. Reformas desde los años ochenta al servicio de transporte público que descuido estándares de calidad y permitió que estos privados y sus unidades que no fueron pensadas para transportar personas en un primer momento operaran con reglas laxas y creció este problema que hoy enfrentamos.



Es realmente una suerte que algunas de estas unidades y me refiero a microbuses, combis y minivans sean aseguradas, pues en su diseño y manufacturación que normalmente no es México, ni están pensadas para los usos que se les asignan en el DF y Estado de México. Cuenten con permisos, tolerancia, concesiones y amparos para continuar funcionando. Claro está, esto es parte de un problema estructural más amplio y profundo.



Pero hoy por hoy el aumento en el transporte público en el Estado de México es un abuso de autoridades gubernamentales, oficiales y de actores privados. Es una verdadera hipocresía que unos meses atrás en las elecciones para jefes delegacionales y municipales celebradas en el DF y Estado de México, sus discursos, punta de lanza eran las promesas de apoyo a las familias pobres, combate a la pobreza, y solución de los problemas que afectan la calidad de vida de los ciudadanos. Este aumento es un claro ejemplo de la suciedad y la mentira con que se opera, se legisla y sus “políticas” son enemigas de la ciudadanía en su conjunto.



No es de sorprender qué, como comienza a suceder en Nezahualcóyotl, Ecatepec, Coacalco (ir al Universal y revisar las notas referentes al tema), la gente, usuarios, ciudadanos y votantes menos favorecidos y golpeados por las crisis económicas recientes, se quejen y manifiesten de manera violenta, no a través de un texto como el presente. Esto será, si continúa de éste modo, un detonante más de problemas más importantes y con expresiones violentas, dramáticas y lamentables. Aspectos tan simples como podrían parecer estos, de sentido común o de vida cotidiana, son los detonantes de rencores y situaciones del pasado, latentes en la población que explotan con fuerza.



ESTO ES UN ABUSO ¡BASTA! REDUCCION DE LAS TARIFAS DE TRANSPOTE PÚBLICO



INKEN DEAN


03 de marzo de 2010

1 comentario:

Anónimo dijo...

Vamos a chingar a los putos camioneros!
Propongo asaltos en las unidades, seguidos de la devolución de su dinero a los pasajeros.